Octubre 2009
Comunicado dela Red Internacional de Mujeres Periodistas y Comunicadoras del Estado español- Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en repudio a la agresión de compañeras nicaragüenses
La RIMPYC-RIPVG manifiesta su solidaridad con la periodista Patricia Orozco, integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres de Nicaragua, quien denunció haber sido detenida y golpeada por personal policial de la delegación departamental de León el pasado 29 de octubre, cuando volvía a Managua tras haber realizado un taller sobre derechos de las mujeres.
Según la denuncia de la compañera Orozco, a quien reconocemos como histórica feminista y defensora de los derechos humanos, los uniformados la golpearon y maltrataron, al igual que a las compañeras Eveling Orozco y Lorna Norori –que acompañaban a Patricia-, sin que mediara causal alguna de la brutal agresión, y sin que las víctimas recibieran mayores explicaciones en la delegación departamental de la Policía en la ciudad de León.
Que quienes tienen como deber inexcusable defender la integridad de las personas y los derechos humanos ejerzan violencia gratuita contra tres mujeres inermes e inocentes, ya es de por sí motivo del más terminante repudio. Pero lo es más todavía, cuando las compañeras denuncian que esta agresión está vinculada a una campaña de hostigamiento, persecución y amenazas contra activistas y organizaciones feministas de Nicaragua, por su labor en favor de las legítimas reivindicaciones de género.
No es la primera vez que la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género expresa su categórico rechazo a este tipo de acciones protagonizadas por agentes estatales que responden al gobierno del presidente Daniel Ortega, rechazo que se conjuga con una profunda decepción por el retroceso inadmisible en materia de derechos humanos de las mujeres nicaragüenses, siendo su más lamentable episodio la reciente penalización del aborto terapéutico en ese país hermano.
Exigimos al gobierno del presidente Ortega que cese la violencia en contra de las integrantes del movimiento feminista.
Condenamos todo tipo de violencia de género contra las mujeres,más aún aquellas que provienen del Estado, por cuanto configuran una doble violación a los derechos humanos, tanto por acción como por omisión, inadmisibles en gobiernos que se autodefinen como progresistas y democráticos, pero que terminan siendo el brazo intimidatorio del más rancio patriarcado machista.
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