Para SEMlac
El pasado 4 de noviembre, Mónica Molina, la Subdirectora de Políticas de Género de la ciudad de Santa Rosa, en la provincia de La Pampa (ubicada a 700km de la ciudad de Buenos Aires), sufrió amenazas contra su vida. "Dígale que vamos a cortarle el cogote y la colgaremos del mástil del municipio para que flamee junto a la bandera", dijo la voz masculina del otro lado del teléfono. El mensaje amenazador lo recibió una telefonista de esa entidad pública, pero se sabe que está dirigido contra Molina. Molina es una de las impulsoras de una ordenanza, aprobada en junio pasado, que prohíbe el funcionamiento de prostíbulos en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa. Merece recordarse que, hasta antes de la ordenanza impulsada por Mónica Molina, en Santa Rosa el ejercicio de la prostitución estaba reglamentado por dos ordenanzas: la número 1537/94 de Obligatoriedad de Libreta Sanitaria y la 3218/2004, llamada Código de Espectáculos Públicos y sus locales. Las amenazas contra Molina surgen de una serie de allanamientos realizados en semanas pasadas, por orden de la Unidad Fiscal de Investigación de Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (UFASE). En ese operativo se procedió a la clausura de varias whiskerías que gestionaron su aprobación como prostíbulos, entre ellas una denominada Le Coq Doré.
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