No se puede tolerar una campaña publicitaria, sea cual sea el producto que se quiera promocionar, que utilice el cuerpo de una mujer como reclamo, y con clara ostentación de los más obscenos estereotipos. Es inadecuada, gratuita y lo que es más grave atenta, no solamente contra la dignidad de las mujeres, sino que no cumple siquiera las mínimas normas éticas que rigen el mundo de la publicidad. O que tendrían que regir en Guatemala.
Los gobiernos deben saber actuar en todos aquellos campos profesionales, como el que nos ocupa, en que no figure en su código ético la defensa de los derechos humanos. En este caso concreto, los derechos humanos de las mujeres.
Montserrat Minobis
Presidenta Asociación Dinamizadora de laRed Internacional de Mujeres Periodistas y Comunicadoras de Cataluña - Red Internacional de Periodistas con Visión de Género
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