viernes, 20 de marzo de 2009

Colombia: MANIFIESTO DEL MOVIMIENTO SOCIAL DE MUJERES 2009

Del Movimiento Social de Mujeres
Medellín, 20.03.09

Hoy salimos a marchar por las calles de Medellín mujeres feministas, jóvenes, trabajadoras, estudiantes, desempleadas, pobladoras urbanas, mujeres rurales, amas de casa; a continuar una lucha iniciada hace ya un siglo por mujeres obreras alrededor del mundo, quienes ante las condiciones laborales de explotación, se tomaron fábricas y llevaron sus voces y sus cuerpos a las calles. En su memoria se elige, en 1910, en la conferencia internacional de mujeres socialistas y comunistas, el 8 de Marzo como el Día Internacional por los Derechos de Las Mujeres. En este día marcharemos y cantaremos para visibilizar la situación de opresión y explotación a la que históricamente hemos sido sometidas las mujeres.
Hoy constatamos, cómo muchos años después; la reivindicación y el reconocimiento por los derechos de las mujeres siguen siendo un sueño aplazado.
Después de casi un siglo de conmemoración internacional de esta fecha, nuestra situación sigue marcada por la desigualdad en todos los países del mundo y en casi todos los ámbitos de la vida y, muy especialmente, por la discriminación laboral, agravada por la crisis económica actual, que lleva a miles de mujeres a la economía informal y en consecuencia a una vida laboral carente de derechos.
El acceso de la mujer al trabajo, su participación política y en las luchas por el reconocimiento y la exigibilidad de los derechos, han posibilitado que la mujer ocupe un lugar distinto en la sociedad. Sin embargo, la sociedad patriarcal sigue incólume, la división sexual del trabajo, la falta de seguridad social, el poco reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, hacen que muchas mujeres subsistan en condiciones infrahumanas, sin estabilidad, sin prestaciones, sin salud, sin educación y sin posibilidades de desarrollo humano.
En consecuencia denunciamos...
Además de la precarización en el empleo, las mujeres hoy soportan el peso de la feminización de la pobreza, en más de un 60% están en la economía informal, en trabajos no calificados, en trabajos reproductivos como: servicio doméstico, elaboración y ventas de alimentos. Trabajos que como el del campo y el de la agricultura no se le reconoce a las mujeres ni cuenta para la economía del país.
Los avances en materia de leyes que garanticen nuestros derechos no han sido suficientes para cambiar la violencia patriarcal contra las mujeres. Hoy persisten las prácticas heredadas de siglos de tradición patriarcal que restan autonomía a las decisiones de la mujer sobre su vida y su futuro, y que están caracterizadas por la discriminación salarial, la falta de representación política de las mujeres en los espacios de toma de decisiones, el Estado y la Iglesia, decidiendo sobre nuestros cuerpos y sexualidades además de la mercantilización del mismo por parte de los medios de comunicación, y un mercado que nos obliga a sobrevivir cada quien como pueda.
El desplazamiento forzado producto del conflicto político armado que vive nuestro país, recae sobre las mujeres, toda vez que junto con las y los niños son las más afectadas por esta situación, son ellas fundamentalmente las víctimas de los crímenes de Estado y los cometidos por los actores armados legales e ilegales
Persisten también problemas como la falta de dotación de medios materiales, de recursos y de personal formado en las instituciones de justicia, en los centros médicos y en las instituciones educativas, necesarios para hacer real la aplicación de las leyes vigentes, que buscan garantizar los derechos de las mujeres así como la no revictimización de las mujeres víctimas de violencias.
El 8 de Marzo, día significativo para la vindicación de los derechos de las mujeres y de sus luchas ha perdido su fuerza crítica, su comercialización lo ha transformado en una fuente de propaganda y cierta apología a las mujeres que las desconoce como sujetas y ciudadanas.
Ante estos hechos exigimos:
El acceso al empleo que nos brinde un trato de igualdad en la diferencia, con reconocimiento de nuestra condición sexual y reproductiva, en igualdad de condiciones y salario, como medio para una verdadera emancipación.
Ampliar la presencia de la mujer en los ámbitos, político, social y económico.
Un código ético para los y las responsables de los medios de comunicación y publicitarios, para no utilizar falsos estereotipos y roles sexuales de ninguna persona, ni hombre, ni mujer como objeto de atracción sexual para la venta de productos a los consumidores.
Que se cumplan con los avances a nivel legal que se han logrado desde el movimiento social de mujeres (sentencia C355 - 2006)
Instamos a la sociedad en general a:
Posibilitar nuestra rebeldía y apoyo social para una vida libre de miedos, guerras y violencias.
Reconocer que nuestro valor está en nuestros saberes y capacidades y no en nuestra imagen y exigir a los medios de comunicación que obren en consecuencia.
Respetar nuestros derechos sexuales y reproductivos y en consecuencia, exigir el cumplimiento de la Sentencia que despenaliza parcialmente el aborto en Colombia
Las mujeres nos movilizamos
Hoy y siempre nos seguiremos movilizando, entonaremos nuestros cantos y en el variopinto de la diversidad que somos como mujeres y como país seguiremos incansablemente como el sirirí, abriendo caminos de dignificación del trabajo, de la salida política negociada al conflicto, del reconocimiento y respeto por todos nuestros derechos porque somos dadoras de vida y cuidadoras del planeta y de la humanidad por excelencia.
Nuestras exigencias y denuncias están basadas en nuestros derechos como ciudadanas y en nuestro deseo de contribuir a la creación de un mundo justo, donde la diversidad sea una riqueza y no una discriminación y las mujeres, como la mitad de la población que somos, tengamos la correspondiente igualdad de trato, de condiciones y de oportunidades en la representación, en la participación y en la toma de decisiones.

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