Esta semana, los medios locales dieron cuenta de un hecho atroz: un hombre en Santiago fue acusado de violar a unas 30 mujeres y la Policía Nacional presentaba un drama doble, la mayoría de ellas no se atrevía a denunciar públicamente a su agresor por miedo a que sus esposos las abandonaran.
Esta desgarradora realidad existe en nuestro país, signatario de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas. Esta discriminación se percibe cada día y hemos tenido el disgusto de verla plasmada en las páginas de El Caribe.
Esta desgarradora realidad existe en nuestro país, signatario de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas. Esta discriminación se percibe cada día y hemos tenido el disgusto de verla plasmada en las páginas de El Caribe.
El pasado sábado 03 de octubre, El Caribe publicó un artículo bajo la firma de Güido Riggio Pou que representa un insulto a las mujeres dominicanas –verdaderos pilares de nuestra economía y de la sociedad toda . “¡Ah la mujer!... ser mitológico que logró que la obra de Dios se torciera para siempre, origen del pecado que amenaza al hombre con las llamas de un infierno eterno… en el complejo zoológico humano: excepcional y único pájaro malo que posee un pájaro bueno”, concluye el artículo de marras luego de una serie irrepetible de calificativos de mal gusto.
Olvida el señor Güido Riggio Pou, o tal vez en la simpleza de su razonamiento lo ignora, que al menos 48 por ciento de los directores de empresa, el 24 por ciento de los gerentes, el 77 por ciento de los profesionales de las ciencias biológicas, la medicina y la salud, el 74 por ciento de los profesionales de la enseñanza, el 52 por ciento de los científicos e intelectuales, el 63 por ciento de los oficinistas, el 72 por ciento de los empleados que tienen trato con el público son mujeres en la República Dominicana, según estadísticas de la Encuesta Nacional Fuerza de Trabajo del Banco Central y de 2005.
El 35.3% de los hogares, en el 2002, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, eran liderados por una mujer, todas muy alejadas de la irrespetuosa descripción de ellas que se hace en este texto vergonzoso.
En el país cerca de 200 mujeres son asesinadas cada año por el simple hecho de ser mujeres. Sería bueno que el articulista y todos los comunicadores tomemos en cuenta que escribir contenidos tan desafortunados como este puede tener graves consecuencias para el incremento de esta cifra.
Olvida el señor Güido Riggio Pou, o tal vez en la simpleza de su razonamiento lo ignora, que al menos 48 por ciento de los directores de empresa, el 24 por ciento de los gerentes, el 77 por ciento de los profesionales de las ciencias biológicas, la medicina y la salud, el 74 por ciento de los profesionales de la enseñanza, el 52 por ciento de los científicos e intelectuales, el 63 por ciento de los oficinistas, el 72 por ciento de los empleados que tienen trato con el público son mujeres en la República Dominicana, según estadísticas de la Encuesta Nacional Fuerza de Trabajo del Banco Central y de 2005.
El 35.3% de los hogares, en el 2002, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, eran liderados por una mujer, todas muy alejadas de la irrespetuosa descripción de ellas que se hace en este texto vergonzoso.
En el país cerca de 200 mujeres son asesinadas cada año por el simple hecho de ser mujeres. Sería bueno que el articulista y todos los comunicadores tomemos en cuenta que escribir contenidos tan desafortunados como este puede tener graves consecuencias para el incremento de esta cifra.
Saludos cordiales,
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