Por Rhea Mahbubani. ARTEMISA noticias
La mayor presencia de mujeres en los altos tribunales y el impacto de la condición de equidad de género en los fallos fueron algunos de los temas tratados durante la presentación del libro "El género en la justicia de familia. Miradas y protagonistas" de la Dra. Beatriz Kohen. El evento se realizó el pasado 7 de mayo en el Salón Verde de la Facultad de Derecho de la UBA.
La presentación fue organizada por el Departamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho de la UBA y la Editorial Ad-Hoc, quien se hizo cargo de la edición.
El género en la Justicia de familia es el resultado de la tesis de doctorado realizada por la socióloga Beatriz Kohen en la universidad de Durham, Gran Bretaña, durante el año 2004.
En el Salón Verde de la Facultad de Derecho, estuvieron presentes, además de Kohen: la abogada Mary Beloff, directora del Departamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho de la UBA y directora de la colección Derecho, Estado y Sociedad de la editorial Ad-Hoc; la filósofa y legisladora por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Diana Maffia; y la abogada Nelly Minyersky, profesora de la Facultad de Derecho de la UBA.
La presentación comenzó con Mary Beloff, quien agradeció la concurrencia de mujeres y varones que llenaron el auditorio, y destacó su placer por haber editado la investigación. La diputada y doctora en filosofía Diana Maffia se refirió a una de las conclusiones del libro: que las políticas del cuidado hacia los sujetos y sujetas de las causas está tan presente en juezas como en jueces, desmitificando así la idea de que las mujeres son mas nutricias, y por lo tanto, serían mas aptas para ejercer como juezas de familia.
''Desde que trabajé con Beatriz Kohen siempre nos preocuparon las políticas públicas vinculadas a la ética del cuidado, si éstas eran parte de la características que las mujeres podíamos aportar en los lugares donde trabajamos - señaló Maffía -. En ese momento pensar en el aporte de las mujeres a la justicia era una hipótesis esperanzada, no sólo una hipótesis. Sin embargo, el rigor epistemológico de Beatriz es más fuerte que sus esperanzas (risas); ella tendió más a ver lo que decían los datos que lo que nos gustaría ver. Nosotras pensábamos que las políticas del cuidado se las atribuiríamos a lo femenino. Sin embargo, estos no fueron los resultados de su investigación. Entre las preguntas que realizó a jueces y juezas, les preguntó especialmente por el tema religioso y allí hubo un gran hallazgo: la mayoría de las mujeres juezas tuvieron una formación religiosa en la época del colegio secundario, a diferencia de los varones. Y la fundamentación de los fallos muchas veces tiene que ver con esta formación, no tanto por la práctica religiosa sino por las convicciones''.
Maffia finalmente se refirió a una ''pregunta tremenda'' que aparece en el libro de Beatriz Kohen: ¿cómo fallan las juezas mujeres? ''Cuando ella escribió el libro, todavía no habían sido designadas las juezas en la Corte Suprema de Justicia. Pero ahora, después del fallo estremecedor de Romina Tejerina, esta pregunta tiene mucha más validez. Porque no alcanza con que haya mujeres en los más altos tribunales, ni si quiera alcanza con que se cumpla la condición de equidad de género; sino que va a haber que cambiar las leyes y vamos a tener que implementar un ida y vuelta acompañado por mucho seguimiento ciudadano para que la presencia de esas mujeres realmente puedan influir en los fallos''.
A su turno, Nelly Minyersky se refirió a la importancia de la mirada sociológica sobre el trabajo de abogadas y juezas. Destacó la amplia y didáctica bibliografía utilizada y señaló con sorpresa que ''no sabía que las abogadas y las juezas fuéramos tan importantes como para que se hicieran tantas investigaciones en diferentes países sobre nosotras''.
El cierre quedó a cargo de Mary Beloff, quien retomó una idea ya planteada por Maffia acerca de las cualidades que, en la investigación, las juezas y jueces le atribuyen al ''juez de familia ideal''. Según el trabajo de Beatriz Kohen estas cualidades serían, entre otras: humanidad, empatía, humildad, sensibilidad cultural, involucramiento personal y cuidado de las personas en conflictos jurídicos. Beloff agradeció que alguien como Beatriz Kohen, que a su entender es poseedora de estas cualidades, le hubiera dedicado tiempo y esfuerzo a investigar el ámbito de la justicia y del derecho, donde no siempre estas condiciones abundan.
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