Por Tere Mollá Castells
Esta semana
una compañera me pedía que escribiera alguna cosa sobre el programa “Blachman”
que se emite en horario de máxima audiencia en la televisión pública danesa
DR2. Me informé de lo que se estaba emitiendo y me encontré con que en dicho
programa el presentador, acompañado de un invitado, van haciendo comentarios
sobre cada parte del cuerpo de una mujer que se desnuda silenciosamente ante
ellos. Los comentarios que realizan (Según he podido leer en la prensa) son del tipo “¡Que pezones tan
alegres!” o “¿Cómo funciona esa vagina?”. Como vemos estos dos hombres hablan
del cuerpo de la mujer que tienen delante como si de un jarro se tratara.
Esta
“cosificación” del cuerpo de las mujeres no deja de ser una forma de desigualdad
y Dinamarca pasa por ser una de las sociedades más avanzadas en la eliminación
de desigualdades. Pero vemos que no es así.
Al permitir la
emisión de este programa basura en una cadena pública y en horario de máxima
audiencia, los responsables de DR2, están permitiendo que las niñas, niños y
adolescentes que, como sabemos son grandes consumidores de televisión,
consideren que este tipo de actitudes machistas y sexistas sean normales por
aquello de que “si hasta salen en la tele”. No podemos olvidar que los medios
de comunicación y especialmente la televisión es un potente agente socializador
de masas.
Me parece
humillante para las mujeres que sean vistas únicamente a través de su cuerpo y
sobre todo a través de la televisión. Soy de las que considero que este tipo de
actuaciones forma parte de la violencia machista estructural que nos sacude a
las mujeres, precisamente por las estructuras patriarcales imperantes todavía
en las sociedades. Y con eso no se juega. En el Estado Español y en lo que llevamos
de año han sido ya asesinadas por terrorismo machista veintidós mujeres. Y sí,
no son muertas cualesquiera, son mujeres asesinadas por el terrorismo machista.
¿Qué nos
parecería ver a una periodista famosa, sentada con una amiga ante un hombre
desnudo y hablando de su cuerpo con preguntas como por ejemplo la que encabeza
este artículo? Seguramente el mundo mundial se escandalizaría puesto que tratar
el cuerpo de un hombre como si de un coche se tratara y exponerlo ante la
audiencia, sería la muerte inmediata del programa.
Pues bien como que la hipocresía del sistema
androcéntrico en el que nos movemos cada día tiene esas diferentes maneras de
percibir las situaciones. También nos encontramos con que el presentador del
programa, justifica su emisión con frases del tipo “El
cuerpo femenino desea las palabras de un hombre”. O lo que es lo mismo, el
colmo de los colmos en la percepción que se tiene de las mujeres.
Se puede
considerar que esas mujeres que acuden a los castings y que cobran por quedarse
desnudas y silenciosas ante los comentarios sobre sus cuerpos no se sienten
humilladas y que, como cobran por ello, no tiene derecho a la queja. Y yo me
pregunto si son realmente libres para hacerlo. Y me lo pregunto desde la
concepción de que la libertad que tenemos hoy en día y incluso en las
sociedades autodenominadas avanzadas, es muy limitada. Y, pienso de ese modo,
porque a medida que vamos avanzando en conocimientos y experiencias nos
encontramos con los muros silenciosos e invisibles de una fuerte socialización
heteroasignada que nos impone diferentes roles a mujeres y hombres y nos
mandata sobre lo que se espera de nosotras y de ellos. Y uno de esos mandatos
patriarcales que se nos impone a las mujeres es precisamente la sumisión y la
permanente sexualización de nuestros cuerpos y de nuestras vidas para el uso y
disfrute de los sentidos varoniles.
Considero que
con este tipo de programas se hace un flanco favor a la IGUALDAD entre mujeres
y hombres y se anulan muchos esfuerzos de muchas personas que cada día buscamos
resquicios del patriarcado para seguir avanzando hacia esa igualdad real que no
tenemos y que nos sigue asesinando.
Este tipo de
programas nos humilla a todas las mujeres y nos considera meros objetos sobre
los que poder opinar sin reparos. Nos cosifica y en eso el patriarcado es muy
hábil puesto que al reducirnos a objetos nos priva de libertades, de derechos y
por tanto de nuestra condición de seres humanos libres y completos y nos
devuelve a posiciones de subordinación y por tanto susceptibles de
sometimiento. Y esto es muy peligroso para las mujeres, pero sobre todo para
niñas, niños y adolescentes puesto que les muestra modelos asimétricos de
relaciones en donde puede ser “normal y natural” que ellas tengan un papel
absolutamente subordinado al de ellos. Y eso es profundamente antidemocrático y
atenta contra la dignidad de las mujeres y contra nuestros derechos humanos
básicos.
Por
todo esto he creado en www.change.org una
petición de retirada de este programa que nos denigra a las mujeres, al
considerarnos sólo cuerpos carentes del resto de componentes humanos. Esta
petición se llama “Responsables
de la cadena pública TV pública DR2 de Dinamarca: La inmediata retirada del
programa "Blachman" y
aparte de pedir que se firme, creo que hemos de darle difusión para que la
puedan firmar muchas personas y que los directivos de la cadena retiren este
programa basura.
Porque las mujeres no somos
objetos a los que mirar y hablar. Somos seres humanos con derechos humanos completos
que hay que respetar y este programa no los respeta.
Exigimos respeto integral a
nuestra condición de mujeres. Exigimos respeto a nuestra dignidad y a nuestros
derechos. Exigimos IGUALDAD y esta es incompatible con este tipo de
humillaciones en la televisión. Exigimos que cese este tipo de violencia
machista estructural que se ejerce contra las mujeres.
Por eso exigimos la retirada
de este programa de la televisión danesa y de cualquier otra televisión.
Espero que sean muchas las
firmas que se puedan recoger y mucha la difusión que se le dé a esta iniciativa
para poder decir alto y claro un rotundo ¡Si
se puede! Y, de ese modo consigamos que la televisión pública danesa DR2
retire de su parrilla esta basura.
Ontinyent, 12 de mayo de 2013.
tmolla@teremolla.net
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