Por Tere Mollá Castells
Ayer, primer
día del mes de febrero Madrid se convirtió en un grito unánime por el derecho a
decidir de las mujeres y con las palabras que dan título a este artículo
resumía una de mis amigas lo que sintió y vivió en la manifestación.
Quedó muy
clara cual es la opinión de las mujeres con respecto a las intenciones del
ministra de justicia y sus correligionarios de (des)gobierno de Rajoy sobre la
intención de priorizar la vida de un feto sobre la vida de las mujeres.
Que tomen nota
de lo que ocurrió ayer en Madrid porque aunque algún graciosillo del PP en su
circo mediático de descomposición interna que han montado en Valladolid se haya
atrevido a comentar el que el PP es la marea azul, saben, perfectamente que han
puesto en pie de guerra a muchas, muchísimas mujeres que nos vamos a callar. Y
también a muchos hombres que nos acompañan emocional e ideológicamente en esta
guerra abiertamente declarada contra Ruíz Gallardón.
Cada vez que
este hombre abre la boca es para provocar y ayer, en medio de la manifestación
volvió a hacerlo al decir algo parecido a que ningún grito le apartará de su
decisión de proteger la vida de los concebidos no nacidos. Será estúpido este
hombre…
Se acercan
etapas electorales y al PP se le han abierto muchos frentes, y seguramente se
le abrirán muchos más.
Somos muchas,
como quedó ayer patente en Madrid, las que vamos a plantar cara y gritar un
claro y alto “Si, se puede”. Y claro que se pueden revertir las decisiones que
se han tomado. Y por supuesto que se pueden revocar decisiones políticas
tomadas. Que se lo pregunten sino a la gente de Gamonal que consiguió con su
lucha parar la construcción del bulevar, pese a alguna opinión, bastante
inoportuna, por cierto, de algún representante del Consejo Vecinal. O que se lo
pregunten también al Presidente de la Comunidad de Madrid que gracias a la
presión de la marea blanca y a sus acciones legales ha tenido que renunciar a
la privatización de algunos hospitales públicos.
Lo de ayer en
Madrid no fue una marea violeta, fue directamente un tsunami con un objetivo
claro: llevarse por delante la decisión que el hipócrita de Gallardón ha
tomado. Y pone a prueba la inteligencia política de Rajoy.
Ellos y ellas
sabrán cómo canalizar el enfado de tantas y tantas mujeres y hombres que ayer
inundaron con sus gritos Madrid. Y esto fue el principio.
La palabras de
mi amiga resumen perfectamente el sentimiento que muchas tenemos y ayer quedó
patente. Se gritó alto y claro que “nosotras parimos, nosotras decidimos” entre
otras verdades.
Pero la de
Madrid, el tsunami violeta de Madrid con gentes, miles de personas llegadas
desde todo el Estado Español, no fue la única manifestación que tuvo lugar para
parar este despropósito que pretende Gallardón. No. En Paris las mujeres
también salieron a la calle para exigir la retirada de este retroceso que
pretende imponernos este (des)gobierno de Rajoy. Y están previstos más actos de
solidaridad con las mujeres del Estado Español en lugares como México,
Argentina, Reino Unido, Italia, Marruecos, etc. Lo van a hacer con concentraciones
a las puertas de las embajadas y consulados españoles en esos países para
protestar contra esta sinrazón que pretende llevar a cabo Gallardón.
Pero además,
estoy completamente segura, que en el momento que sea posible se iniciarán los
trámites jurídicos necesarios para parar esto. Somos muchas, y todas
aportaremos nuestros saberes y nuestros compromisos para que esto no llegue a
convertirse en una realidad-pesadilla.
Además están
las instituciones europeas que por muy poco progresistas que sean, no creo que
les vayan a dar carta blanca en este sentido a esta gente del PP, cuando esta semana
la mayoría de grupos políticos del Parlamento Europeo han reclamado la retirada
del anteproyecto de ley del aborto propuesto por el (des)gobierno español y, aunque
el PP Europeo ha reclamado la No injerencia de las instituciones europeas por
no tener competencia directa en este tema, seguro que les habrá hecho mucha
pupa, el hecho de quedarse prácticamente solos y con algunas deserciones
internas.
Ya no nos vale
que nos cuenten milongas sobre necesidad de reformas. Esta reforma no es, en
absoluto necesaria. La ley actual ley debería ser reformada, es posible, pero
para dar un paso adelante y eliminar plazos y supuestos y dar total libertad a
las mujeres sobre su capacidad para la reproducción. La reforma que pretenden
estos hipócritas que nos (des) gobiernan pretenden restringir todavía más
nuestros derechos y, además, situarnos a las mujeres en un plano de total
inferioridad frente a un feto que no tiene vida. Es terrible.
Ayer en Madrid
quedó clara la posición de muchos miles de mujeres y hombres de toda clase y
condición que entienden que esto que pretende Gallardón es una sinrazón y una
prueba más de los que son capaces esta gentuza con una mayoría absoluta.
Mayoría que se pone en claro peligro, puesto que repito, entramos en etapa
electoral y muchas de las personas que les votaron, ahora y por este y otros
motivos, reniegan del voto que les dieron. Ellos y ellas sabrán qué hacen.
Lo de ayer fue
una manifestación clara de intención de voluntades. Pero fue la primera y como
decía mi amiga, no saben a la fiera que se enfrentan y, si lo saben, son
todavía más cretinos de lo que imaginaba y mira que sabía que lo son. De
cretinos digo.
Nuestro a
derecho a decidir no es cuestionable. Nuestra vida de mujeres tiene mucho más
valor que la de un feto. Nuestras voluntades sobre cuando. Cómo y con quien ser
madres o no serlo, no le incumben a nadie más que a nosotras y a nuestras
parejas.
Que Ruiz
Gallardón, Rouco Varela y todos sus correligionarios políticos mezquinos y de
faldas largas y negras se parten de nuestras vidas y nos dejen decidir en paz.
La fuerza , nuestra
fuerza de mujeres comprometidas es la fuerza de la fiera que se ha despertado y
se ha posicionado totalmente enfrente de sus voluntades. Que valoren sus
fuerzas actuales y las que pretenden tener en un futuro, porque no les vamos a
dejar hacerlo.
Ontinyent,
2 de febrero de 2014.
tmolla@telefonica.net
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